jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Qué es un hogar?



Luis Bravo es un joven de 30 años con dificultades para aprender, analfabeta. No puede salir a la calle porque no tiene papeles.  Teme a la policía y, sobre todo a los enemigos…

Como se queda en la casa termina cocinando, cuidando los niños propios y a los de los vecinos,  llenando la casa con el sonido del televisor y atendiendo emergencias y peleas de los niños. A la casa acuden visitas seguras de que hay alguien. Por la noche llega Liliana, su mujer, de ocupación mendiga y recicladora, a reclamar comida y calor en la cama.  Antes de dormirse, o temprano en la mañana discuten sobre la comida, la ropa o la seguridad… la sobrevivencia es el problema de todos. En esa casa se apegan a los peluches viejos, las ollas abolladas y los platos desportillados. Todos los días discuten, se pegan, lloran, se acusan. El drama se desarrolla e impone el cambio, pero algo permanece. Aquí tenemos un hogar.

El apartamento de Marcela está siempre solo. A las 5 llegan los niños, abren, tiran los morrales y prenden la televisión.

A las 7 y 8 llegan Marcela y Jaime de sus trabajos y  piden un domicilio para comer. Los niños y los adultos se conectan a uno y otro aparato mientras comen y alistan la ropa y el trabajo del día siguiente. Luego, todos a la cama. Cada uno vive su vida, en gran medida virtual, en otra parte. Allá solo duermen y se cambian de ropa. Los niños y los adultos tienen ocupaciones e intereses muy distintos y es poco lo que tienen para comunicarse. Todos los años tiran todo, cobijas, sofás, loza, ropa … y compran todo nuevo, a la moda. Cualquier día cambian de apartamento, no se apegan a nada. Incluso pueden cambiar de pareja, de hijos… de amigos… pero hay algo intangible que no muere… es otro hogar…

Pero, en fin,  ¿qué es un  hogar?  Pienso que es el espacio de la familia. Donde disfrutamos la misma mesa, y nos sentimos seguros. Un sitio donde somos aceptados incondicionalmente. Donde podemos ser nosotros mismos, pensar en voz alta, echarle mucha mermelada al pan y andar en pijama. Y sobre todo, es el espacio donde la vida transcurre y el hilo de la historia personal se entrelaza con el de los otros.

El hogar no puede ser solo una idea.  No puede forjarse sobre el incierto futuro, sino sobre la realidad concreta de lo que ya se vivió. No hace un hogar el futuro éxito de unos hijos o los sueños para cuando nos pensionemos o los viajes a países desconocidos cuando consigamos la plata. Es la certeza de lo que se ha luchado, de los logros y fracasos que se han vivido, de lo que se ha fijado como historia y nos hace ser lo que somos.  Por eso los abuelos son tan valiosos, porque son el cimiento y el espíritu de un hogar.

Para que haya hogar es necesario poner nuevos leños, sacar la ceniza,  soplar la candela … para que haya hogar alguien debe estar encargado de cuidar, poner  adornos, cocinar, atender...!estar!  El hogar en el fondo solo exige una cosa. Estar ahí para los demás.  


domingo, 11 de diciembre de 2011

A PROPÓSITO DE LA LLUVIA


Oír llover no más, sentirme vivo;
el universo convertido en bruma
y encima mi conciencia como espuma
en que el pausado gotear recibo.

M. de Unamuno



Chorrean las tejas, se oye el retumbar de la quebrada, los patos nadan en los charcos y sacuden las alas…

Formo parte este mundo en perfecto equilibrio. Las fuerzas desatadas y los rayos me rodean pero no me hacen daño… Solo existo y no me hace falta nada…

La lluvia me recuerda mi adolescencia. La vida como una incógnita… el ambiente gris, los temores, la fuerza de la vida que irrumpía sin control…

Ha pasado mucho tiempo.  El torrente rompió el dique, la vida se derramó con estrépito inundando valles y llanuras… muchas piedras se movieron y el paisaje cambió.

¿Quién evitó que perdiera el rumbo en ese inmenso caos? ¿Cómo llegué a este mar en calma sin perderme? ¿Quién ha curado las heridas del camino?

He sido como un guijarro cuyas aristas suavizó el agua de modo que, convertido en un brillante y precioso grano de arena ya no encuentra obstáculos y se aproxima a la playa desde el inmenso océano, movido solo por las olas del mar…
¿Les gustó el verso de Unamuno? A mi también.
Aquí va entero el poema:
LA VIDA DE LA MUERTE
Oir llover no más, sentirme vivo;
el universo convertido en bruma
y encima mi conciencia como espuma
en que el pausado gotear recibo.

Muerto en mí todo lo que sea activo,
mientras toda vision la lluvia esfuma,
y allá abajo la sima en que se suma
de la clepsidra el agua; y el archivo
de mi memoria, de recuerdos mudo;
el ánimo saciado en puro inerte;
sin lanza, y por lo tanto sin escudo,

á merced de los vientos de la suerte;
este vivir, que es el vivir desnudo,
no es acaso la vida de la muerte?

Esa expresión, "la vida de la muerte", me deja pensando. Ese acabarse de las luchas, ese abandonarse al solo existir... definitivamente no puede ser la vida de la muerte , o ya estariamos muertos... ¿qué es entonces la vida de la muerte?




miércoles, 7 de diciembre de 2011

LA INFIDELIDAD MASCULINA Y LA FEMENINA DEBEN SER IGUALMENTE CONDENADAS



Hoy en día está de moda en sicología enfatizar en las diferencias entre hombres y mujeres. Que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, que los hombres son esto, que las mujeres son aquello.  No niego que partir de un mejor conocimiento de nuestras diferencias desde lo biológico o cultural sea un dato importante para tener en cuenta a la hora de relacionarnos.  Sobre todo es importante reconocer que lo que históricamente se ha catalogado como femenino (como el trabajo doméstico) ha sido objeto de subvaloración y que esta situación es fuente de las mayores injusticias.

Pero desgraciadamente lo que ocurre a veces es que se abusa de este conocimiento para presentar como datos científicos los eternos prejuicios y para  justificar injusticias.

Los hombres, y en alguna medida algunas mujeres, no aceptan las consecuencias de la igualdad de hombres y mujeres en cuánto seres humanos. Esta situación no puede llevar sino al distanciamiento, a perpetuar situaciones injustas y a contribuir a la infelicidad tanto de los hombres como de las mujeres .

Un texto que me parece representativo en este sentido es el de Gabriel Jorge Castellá: “La infidelidad femenina debe ser jugada más severamente que la masculina”, en “Paradojas Existenciales”.

Afirma Castellá que la mujer es maestra en el amor y la fidelidad mientras el hombre en esos terrenos estaría al nivel de un niño. Por eso ella debe ser juzgada más duramente.

También trae a colación un símil, supuestamente usado por V. Frankl, donde se equipara a la mujer con una vasija que, si recibe agua sucia se mancha irreparablemente, mientras, por más sucia que esté, no mancha la fuente del agua que recibe. Es decir, que la pérdida de la virginidad mancha a la mujer y no al hombre.

Es insultar la inteligencia de una mujer esperar que comprenda y acepte estas ideas. Aunque no faltarán aquellas que lo hagan… tan perdidas están en este gran paradigma paternalista y machista que, a veces creemos superado pero que igual resurge inalterado en textos como los anteriores.

Lo más triste es que mientras las mujeres estamos pensando y aceptando a los hombres como seres humanos iguales a nosotras, algunos de ellos y en particular el autor de este texto, nos ven como mujeres. Como seres particulares, no totalmente humanos, quizá, como ángeles o demonios… nos admiran y nos temen, pero no nos aman. Porque el amor supone igualdad.

Rebatir las afirmaciones de Castellá no puede ser más sencillo.

Que una persona haya decidido quedarse en el infantilismo en algún aspecto de la vida como el de las relaciones de pareja no lo exime de la responsabilidad que implican estas relaciones así como el que una persona haya decidido quedarse en un nivel infantil en el aspecto económico no la exime de asumir sus deudas o pagar por su manutención.

Tanto el hombre como la mujer desde lo profundo del corazón y con igual fuerza rechazamos la injusticia. La mentira. La deslealtad. Todas estas cosas se dan en el adulterio. Por eso es igualmente grave que el hombre falte al compromiso con su compañera que el que sea ella la que le sea infiel.

La sociedad se construye sobre la estabilidad de la familia. Y la familia sobre la dedicación de uno de los dos, en general  la mujer, al cuidado de los niños, los enfermos, los ancianos, el hogar. Lo importante es que hombre y mujer sean un equipo, se apoyen y se cuiden. No hay persona más vulnerable que una mujer gestante o con un niño en los brazos. Por eso existe el matrimonio, porque el cuidado de la familia, del hombre, de la mujer, de los niños, no puede quedar a merced del capricho o de sentimientos volátiles.

Dice Castellá que es un error imponer la fidelidad pues “todo lo que se impone estimula su rechazo”.

Con esta lógica, sería un error imponer la honradez y no debería haber castigo para el ladrón…

Y, añade que basta el amor para que surja la fidelidad de manera espontánea, dando a entender que si hubo infidelidad, quien falló fue la víctima. Absurdo.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Qué perdió Gonzalo Gallo?



Alguien me hizo esa preguntaa propósito de una entrevista de Yamid Amat, en el periódico El Tiempo (http://www.eltiempo.com/gente/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-9787384.html) al  ex sacerdote y predicador colombiano Gonzalo Gallo.  Me atrevo a decir que Gallo, al salirse de la iglesia  fue mucho más lo que perdió que lo que ganó y aprovecho para aclarar mi posición como católica pensante.

La iglesia es la depositaria de la verdad revelada a los hombres por Dios a lo largo de la historia. Esta verdad está en la Biblia y en la tradición cristiana de muchos siglos. Es fruto de la experiencia y el trabajo de muchos hombres de fe que han estado atentos a ella. La Biblia es el libro más antiguo y más estudiado, para su interpretación se requiere el concurso de historiadores, filósofos, lingüistas… la sabiduría contenida en la Biblia es de una riqueza incomparable.

A lo largo de la historia del cristianismo ha habido muchos hombres santos y sabios como los llamados padres de la iglesia, o teólogos como Santo Tomás y San Agustín, o, más recientemente los papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, y al actual papa, Benedicto XVI que es también un gran teólogo y un hombre muy claro.

Cuando hablo de la verdad no me refiero a cosas como la existencia del diablo o del cielo o el infierno, o a si Dios es Cristo o cosas así. La pelea por dogmas nos lleva a  discusiones bizantinas que no van para ninguna parte. Cristo dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Y esto es cierto para quien lo ha conocido. Posiblemente el ex padre Gallo no vivió el encuentro con Cristo que es el rostro humano de Dios … o no se hubiera apartado nunca, la verdad se reconoce, impacta hasta el fondo del alma. Uno no se apega a dogmas cuyo significado nadie entiende.  Se acepta el misterio y se sigue a una persona, a Cristo, que vive y está presente en la comunidad de los creyentes. El se encuentra en la eucaristía, su cuerpo que comemos desde la última cena…y por eso somos uno. La fe no es un ejercicio intelectual, de lo que se trata es de arriesgarse a confiar. El apóstol Tomás  pidió meter el dedo en la herida para creer, Cristo dijo: “Bienaventurados los que han creído sin ver”.

Por otra parte tenemos el testimonio de muchas vidas dedicadas al servicio de los más pobres. La mayor parte de las organizaciones de voluntariado y de servicio a las personas necesitadas, pobres, enfermos, ancianos… es de origen cristiano. La iglesia celebra la memoria de muchísimos mártires y santos. Hoy día la humanidad tiene necesidad del testimonio de personas que, dejando el egoísmo y el individualismo imperantes, vayan más allá de ellos mismos y nos den ejemplo de cómo se vive para el espíritu, para la eternidad.

No puede compararse esta guía espiritual de la iglesia con la que puede proporcionar una persona individual por más inteligente o carismática que sea.

Una persona sola puede equivocarse muy fácilmente. Llegar a creer en cualquier cosa. Lo vemos en Gonzalo Gallo que hoy día cree en que es posible "hablar con seres queridos que se fueron”…

El credo resume las creencias básicas del cristiano. Son unos cuantos dogmas cuyo significado parece misterioso pero cuya verdad se revela en la vivencia comunitaria de la fe. No son verdades científicas.

Por eso es absurdo decir que se es católico pero sin ir a misa y sin participar de alguna comunidad donde esa fe pueda concretarse en una vivencia.

Es importante distinguir entre la comunidad de fe, el “reino de Dios” y la institución. Como miembro de la comunidad de fe que he sido llamada a participar del banquete a pesar de mis pecados y limitaciones,  no tengo ningún conflicto y me siento privilegiada por esa llamada. Pero la iglesia como institución humana tiene una organización, normas y en particular el derecho canónico que son muy discutibles. El derecho canónico tiene su origen en el derecho romano y no ha evolucionado suficientemente. Eso es causa de muchos conflictos sobre todo cuando se pretenden aplicar las normas de manera farisaica.

Dentro de esta normatividad está la  discriminación contra la mujer, la imposición del celibato para los presbíteros y la prohibición del divorcio. Es claro que en la iglesia primitiva había sacerdotes casados, y existía el divorcio.

En la sociedad civil no es raro encontrar conflictos entre los usos y costumbres aceptados y la ley. Entre el sentido común y las normas.  En estos casos lo adecuado sería ajustar la ley a las costumbres y a la lógica.

Pero la iglesia como  institución es demasiado conservadora y reaccionaria, en eso sí tiene razón Gallo. Es increíble que luego de más de 40 años, de publicado  “Escándalo en la asamblea” de Morris West y Robert Francis, y de muchas otras protestas, la operación de los tribunales eclesiásticos siga igual. Ni siquiera el escándalo de los curas pedófilos ni los cambios tan grandes en la sociedad han logrado que la institución revise sus procedimientos y normas y se adapte a las necesidades de los hombres y mujeres de hoy.

Cuando el ex padre Gallo dice que “su jerarquía, ha inventado cosas como el diablo y el infierno, para atemorizar a la gente” pienso que se refiere a la intención paternalista que se adivina en las normas o en los relatos simbólicos que se hacen para la mayoría con el ánimo de ser fácilmente asimilados por gente sencilla. No creo que supongan una intención malévola y que en  todo caso no tendrían por qué afectar a una persona que ha superado la etapa infantil de la fe.

Cuando dice “No creo que uno tenga que confesarse con una persona para que Dios lo perdone. No creo que si no voy a misa el domingo, me condeno.” Estoy de acuerdo, pero no llegamos a Dios como seres aislados sino como miembros de una comunidad y al acercarnos al sacramento, recibimos de manera concreta un signo de gracia y salvación que difícilmente alcanzamos por nuestras propias fuerzas.  El asistir a la eucaristía los domingos tiene el sentido de fortalecer la comunidad de la iglesia universal. No creo, efectivamente que si por alguna razón no se puede asistir el domingo a la misa eso vaya a ser causa de condenación. Pero la norma tiene sentido. La iglesia regula la vida por medio de la liturgia. El año se divide en varios tiempos donde se recuerdan los eventos de la salvación y así la vida se ordena y se siente como un peregrinar. Asistir a la misa dominical crea unidad y es un escudo contra el mal que prevalece en el mundo.

En todo caso, como señala Gallo, muchas personas se declaran católicas pero no practicantes. Eso tiene un  gran problema y es que al no asistir a la eucaristía, al no vivir comunitariamente la fe, es fácil perderse. ¿Qué significa ser católico para esas personas? Un rótulo, nada más.

Pienso que lo que hizo Gallo fue tirar al niño junto con el agua de la bañera…

Por mi parte, he optado por  ser una feligresa de la banca de atrás. Me aparto de las normas incompatibles con mi conciencia y razón y me quedo con la verdad de la palabra y con la práctica de la caridad. Me uno a la comunidad creyente y me aparto de ceremonias legales y administrativas que de todas maneras están obsoletas y más tarde o más temprano tendrán que cambiar.

martes, 29 de noviembre de 2011

Pilar sordo, una mujer que desprecia a las mujeres



En un cierto grupo de discusión me recomendaron leer a Pilar Sordo. Con solo  ojear sus libros Viva la diferencia y Lecciones de seducción,me dio la impresión de que eran poco serios... casi los descarto, pero, en aras de la discusión,  decidí tratar de entender el porqué del éxito de esta sicóloga chilena...que aparentemente solo señala cosas obvias y da interpretaciones prejuiciosas a observaciones que no van más allá de su propia experiencia cotidiana.
Pero enfoquémonos  en lo que dice.
 Afirma Pilar Sordo que a la consulta sicológica en general, no solo a la de ella,  llegan más mujeres que hombres y que casi siempre lo que las mujeres hacen es quejarse y culpar a otros de su infelicidad.

Según ella, los hombres, cuando acuden a la consulta de un sicólogo lo hacen con unos propósitos muy claros, porque el hombre en general se mueve por objetivos mientras la mujer no puede hacerlo. Ella tiene  una incapacidad innata para separar las cosas y para “soltar”. Aparte de que nunca están satisfechas con nada. Buscan algo que no existe. Y que las soluciones caigan del cielo. Que los hombres adivinen lo que quiere. Las mujeres tienen pensamiento mágico.

Es dificil oir estas cosas sin sentir un absoluto rechazo hacia su actitud de burla e irrespeto hacia todas las mujeres.

Pilar asegura que  flota en el ambiente la idea de que ser mujer es una desgracia, tenemos que soportar molestias físicas como la menstruación, el parto, la manopausia…somos más débiles, en fin. Todo lo femenino tiene una connotación negativa. Por eso las niñas hoy día no quieren crecer o ensayan el lesbianismo. Dice Pilar que, de acuerdo  con su experiencia, la homosexualidad femenina está en aumento y lo relaciona con este rechazo del rol femenino.

Analicemos ahora a Pilar. Ella es sicóloga y, es fácil suponer que se supone obligada a hacer sentir mejor a los demás, que está cansada de oír quejas. También puede tener la tendencia a pensar que el buscar resolver los propios problemas con éxito es lo “sano”, mientras que poner el énfasis en las relaciones familiares y en la interdependencia conduce a quedarse atascado porque necesita la cooperación de los demás…

Me imagino que cuando una mujer tiene problemas con su esposo o con sus hijos y acude a Pilar, ella opina que de entrada el objetivo que ella se propone, de liderar un proceso de cambio en su familia para que haya más compañerismo, menos egoísmo, mejor comunicación, etc, no es un objetivo válido. El quejarse y hablar de los demás no es el planteamiento de un problema que hay que resolver, sino  es un síntoma de que ella está mal. Esta mujer va a ser vista como alguien que no tiene objetivos propios y que solo sabe quejarse. Seguramente la hará sentir que el problema es ella, que no tiene autoestima, que no “se esfuerza” suficientemente por ser feliz. Que tiene pensamiento mágico…

 Si un hombre se propone cosas como mejorar el salario, triunfar en los negocios, mejorar sus competencias en algún campo, liderar algún proceso social, político, etc. Ella reconoce este objetivo y seguramente estará dispuesta a colaborar con el manejo de su ansiedad, de su impulsividad o de sus habilidades sociales. Pero si una mujer quiere hablar de sus relaciones familiares insatisfactorias para tratar de aclarar los problemas y liderar los cambios necesarios pienso que va a enfrentarse con los prejuicios “machistas” de Pilar … ¡la considero!

Supongo que Pilar tiene éxito por hacer afirmaciones tajantes y facilistas que apoyan las de quejas de los hombres sobre sobre las mujeres ...y por sus chistes sexistas...


viernes, 11 de noviembre de 2011

Los hombres y las mujeres



Después de la revolución sexual, de la píldora y la liberación femenina, ¿en qué estamos hoy los hombres y las mujeres?

De acuerdo con Francoise Giroud en “Los hombres y las mujeres”, nosotras nos hemos decidido a ser felices. Y esto, para ella, tiene que ver principalmente con una sexualidad libre.

Según su amigo, coautor  del citado libro, Bernard Henri Levy, la cosa no es tan clara y parece que en general estamos en las mismas. Prevalecen los antiguos arquetipos de hombre y mujer y es muy poco lo que ha cambiado en las relaciones entre los sexos.

En todo caso ambos autores, intelectuales franceses , en este libro que estuvo de moda hace 20 años, olvidan mencionar el pequeño asunto de la maternidad. Como las feministas que, empeñadas en señalar que la mujer no es solo madre, han llevado las cosas al extremo de trivializar el papel de la mujer como madre.

Pero los intelectuales franceses lo hacen creo, no tanto por seguirle el juego a las feministas, sino porque históricamente las mujeres de clases altas en Francia por mucho tiempo abandonaron la crianza en manos de las nodrizas. No solo hubo una división del trabajo en ese sentido,  entre el hombre y la mujer sino entre la mujer aristocrática y la mujer campesina, ella sí, madre a tiempo completo. Por lo tanto en Francia hubo desde antes de estas revoluciones de que hablamos, no solo un rechazo a la sexualidad sino incluso un rechazo a la maternidad en su aspecto físico especialmente. 

Pero, para mí la diferencia fundamental entre el hombre y la mujer estriba precisamente en la capacidad de la mujer para concebir, gestar, dar a luz, amamantar, cuidar… de esa capacidad nacen todas las otras diferencias. La mujer en general está mejor dotada para todo lo que tiene que ver con la vida doméstica, para el hogar. La creación de un ambiente doméstico, de lazos  familiares, de comunicación de sentimientos y afectos es algo muy femenino y pocos son los hombres que pueden asumir estos roles con la misma vocación. No digo que no puedan, como tampoco digo que una mujer no pueda manejar una tracto mula o dirigir un país, pero la vocación íntima de uno u otra en general se encaminan hacia aquellas que señalan los arquetipos de siempre. Y está bien que sea así.

Lo que sería interesante es que en vez de pelear por ello cada hombre y mujer  abriera su mundo al otro. Que, no solo se facilite que las mujeres pudieran realizarse en las más variadas profesiones sin detrimento de su papel de madres, como no ocurre, sino que también los hombres pudieran dedicarse al hogar en alguna etapa de su vida. Se necesitan políticas públicas que reconozcan y valoren la crianza y educación de los niños, el cuidado de los enfermos y ancianos, la vida del hogar y que estas labores  domésticas no sigan en la invisibilidad, como si no fueran tanto o más importantes que el trabajo.

Por otra parte, esta vocación femenina al cuidado y al servicio de la vida puede servir a otras causas como lo atestiguan tantas Florence Nightingale, madres Teresa de Calcuta o, simplemente quienes se dedican a cuidar a sus familiares enfermos o ancianos.  Una mujer soltera puede realizarse en su vocación más propiamente femenina fuera del matrimonio  y la familia. Pero no muchas consideran interesante esta opción pues lo que se predica hoy día no es propiamente el compromiso y el sacrificio sino el goce sin límites. De ahí que muchas, aún liberadas y hedonistas , se sientan frustradas sin un marido y una familia a quienes cuidar.

Cualquiera diría que tendría que ser un hombre quien señalara como una gran ganancia para las mujeres el hecho de poder disfrutar de la sexualidad sin estar sometidas a la biología…. Es curioso que sea Francoise Giroud quien lo considera así y no su compañero…pero es que ella es una intelectual francesa y por supuesto alguien que valora más su papel de intelectual que su papel de madre. A mí personalmente el trabajo fuera del hogar no me parece algo tan importante y significativo. ¡Por lo menos no tan significativo como lo otro!

Por otra parte, ya que me metí en este tema, me gustaría señalar que me parece, no sé si me equivoque, que en general a las mujeres (por lo menos a las que no nos dedicamos solo al hogar) nos es más fácil identificarnos con los hombres en cuánto seres humanos. No nos sentimos tan distintas a ellos. Por lo menos no tan distintas a como, aparentemente, ellos se sienten respecto de nosotras...




jueves, 11 de agosto de 2011

¿Es la tolerancia una virtud?

Hoy día se habla mucho de tolerancia. Incluso se han acuñado expresiones como tolerancia cero por ejemplo refiriéndose a la política sobre cosas como el tráfico de narcóticos o la corrupción. Esto indica que  la tolerancia es cuestión de límites y, en algunos casos vale la pena dejar el mensaje de que algo es inadmisible y que por tanto se va a tener tolerancia cero. Me parece que hay que tener tolerancia cero con la corrupción, por ejemplo porque eso de que “hay que reducir la corrupción a sus justas proporciones”, como sugirió algún célebre ex presidente, aunque  pueda ser realista, envía un mal mensaje.
Ahora, a veces, cuando una persona manifiesta una posición en contra de lo políticamente correcto, de lo que está de moda,  en fin, del relativismo extremo que pregona que todo da lo mismo, entonces esa persona es tildada de intolerante.
En el diccionario de la real academia encontramos:
Tolerancia:
Respeto o consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás aunque sean diferentes a las nuestras. (Diccionario de la real academia española)
De acuerdo con esto, la tolerancia comienza con el reconocimiento de una diferencia en cuanto a opiniones o prácticas.
¿Qué es una opinión? 
Aquellas cosas cuya validez nadie pone en duda no pueden considerarse opiniones. Nadie opina que f = ma. Después de Newton se sabe que en condiciones ordinarias f = ma. Nadie podría opinar que Colombia queda en América del Sur o cosas así. Esas cosas se saben, no se opinan. En general las descripciones de hechos o los resultados de las ciencias naturales no son materia de opinión.
No así con los resultados de las ciencias humanas donde difícilmente podemos lograr una única interpretación de los hechos.
En la vida ordinaria hay muchos conocimientos que son materia de opinión,  como la mejor manea de pelar los tomates o freír los huevos. En general son cosas complejas que involucran muchos factores y donde lo mejor está condicionado por las circunstancias particulares, aunque los que opinan de una o determinada manera no sean conscientes de que su opinión podría cambiar si cambiaran las circunstancias.
Son las elecciones básicas acerca de cómo queremos vivir y de en qué hemos de creer lo que define a la larga las opiniones acerca de todo lo demás.
Porque primero que todo debo elegir si vale la pena vivir. Y si voy a vivir principalmente para mí o voy a dedicar mi vida al servicio de los demás, a un ideal o una causa que va más allá de mí mismo. Debo decidir si vale la pena confiar o levantar muros.  Si vale la pena arriesgarme (y cuánto) o atenerme a lo seguro. Debo decidir si creo en la existencia de LA VERDAD o me conformo con mi verdad.
Esta última decisión, la de optar por el relativismo, me obligaría a aceptar como válida cualquier opinión diferente a la mía y a no pretender cambiarla pues “todo da lo mismo”.
Pero, si yo creo en la existencia de una única verdad, de LA VERDAD, la que no nos lleva a chocarnos con LA REALIDAD, la que  nos hace libres, la que nos lleva a la felicidad, la que nos lleva a vivir de acuerdo con nuestra verdadera naturaleza; no puedo permanecer impávido ante los que andan por el camino equivocado.  Si pienso que la felicidad de los otros me incumbe, trataré de hacer algo para cambiar la opinión de los que pienso que se equivocan.
Aún si los que se equivocan son mayoría. Aún si el ir en contravía, el anunciar la verdad con palabras y con la vida me causa problemas, si creo en la verdad no puedo permanecer indiferente ante el error.
Ahora, la tolerancia habla de respeto y consideración.
A lo que debo tener respeto y es hacia la libertad de los demás.  Todos tenemos a elegir una manera de pensar, una forma de vida.  Pero elegir con conocimiento de causa, elegir cuando se conocen todas las opciones.
El amor al prójimo supone naturalmente respeto,  negarse a ejercer presiones o a manipular,  y en este sentido abarca la tolerancia  pero va más allá de ella, porque en lugar de indiferencia propone  involucrarse, buscar activamente el bien del otro  olvidándose  de uno mismo. Por eso pienso que la tolerancia es una virtud incompleta. Donde hay amor al prójimo sobra hablar de tolerancia.

lunes, 25 de julio de 2011

Sobre JUAN SALVADOR GAVIOTA de Richard Bach y EL PROFESOR de Frank MacCourt



En un grupo al que asisto se sugirió ver la película Juan Salvador Gaviota, basada en el libro del mismo título cuya lectura siempre había rechazado pues me imaginaba un texto similar al poema Desiderata, tan popular en  los años 70.  Un llamamiento a ser feliz o algo así…

Me esforcé para ponerle atención a la película, que es bastante monótona, y quedé con la sensación de que algo no se dice. De que el autor se oculta detrás de un discurso que promueve el individualismo y  la lucha por el crecimiento personal.

Es un relato que propone  ignorar la realidad de los límites que todos tenemos y la necesidad primordial de relacionarnos con los demás, de pertenecer a la bandada. Pero un llamado tan abstracto y que no se sabe de quién viene, no logra convencer.

En cambio,  casualmente llegó a mis manos en estos mismos días un ejemplar del libro El profesor de Frank MacCourt. Allí encuentra uno una persona real que superó un pasado, que falló muchas veces, una persona concreta que nos comparte su historia.  Uno puede decirse:  Si Frank MacCourt pudo salir adelante, convertirse en escritor a los 66 años después de una infancia miserable y de haber sido carga bultos y profesor de colegio durante 30 años,  ¿por qué yo no?

Juan Salvador gaviota es un pájaro imaginario y es difícil identificarse con él.

Por otra parte, ¿será cierto que o se es un soñador temerario e idealista o un ciego comedor de basura?, ¿será cierto que para volar cada vez más alto hay que romper con la bandada?, ¿será cierto que podemos lograr cualquier cosa? Para Juan Salvador  la bandada es un lastre y todo está en la mente.

A veces nos creemos mejores que los demás.

Juan Salvador Gaviota sin duda se cree mejor; cree que no necesita de los otros. Y que, solo, podrá volar mejor.

Pero, ¿acaso no somos principalmente lo que somos para los otros?, y, ¿acaso nuestros ideales más caros no nacen del contacto con los otros, no son precisamente los ideales de las personas que amamos y admiramos?  Aunque sean personajes de la literatura como le sucedió a Frank MacCout.

Me pregunto cuáles son esos seres a quienes va dirigido el llamamiento de Juan Salvador Gaviota y cuál es el propósito del autor con ellos.

Pareciera que habla a seres que por alguna razón han decidido vivir mirando al suelo cuando podrían mirar hacia lo alto.  ¿Acaso somos como ellos? Seguramente por mucho tiempo en nuestra vida hemos estado tan perdidos y hemos sido unos personajes tan poco atractivos como esas gaviotas o como Frank MacCourt cuando, según él mismo, era un pusilánime y un fracasado. Pero en el libro de este último puede uno verse reflejado y no en el de Richard Bach…

Pienso que todos somos en algún momento  como ovejas sin pastor...ciegos y sordos queriendo vivir por nuestra cuenta cuenta. Y ahí están los artistas, los maestros como Frank MacCourt, los consejeros y guías espirituales tratando de hacer lo mejor que pueden para iluminar el camino. Y la mejor manera es compartiendo sus historias.

El problema principal que debemos afrontar todos más tarde o más temprano es qué hacer con nuestra libertad. Problema que ya tiene resuelto Juan Salvador Gaviota… él solo quiere volar más alto y más rápido. ¿Qué queremos cada uno de nosotros? ¿Para qué vale la pena seguir vivos?

Vale la pena preguntarnos todo esto pero no en abstracto sino como el personaje de la historia particular que hemos vivido, como el centro de la red de relaciones que hayamos construido.  Y comenzar por cambiar junto con los demás.




lunes, 18 de julio de 2011

Me gusta… no me gusta…



Lo importante es que lo que hagas me guste, porque si no, no me lo como…declaró mi esposo ante mi anuncio de optar por la cocina “sana”…

Esto, y no otros asuntos de orden político como los gustos culturales (preferir el sancocho a la tarte flambée),  o las preferencias sexuales (preferir los hombres a las mujeres o veceversa) fue lo que me llevó a cuestionarme sobre el grado en que uno decide por sus propios gustos.

En general, ¿decide uno por sus propios gustos o no? Pareciera que no, es lo que está implícito en declaraciones como la anterior. No se discute que el propio gusto pueda ser, si no la razón suficiente, al menos la justificación de una acción o de una actitud.

Me resulta difícil creer que no pueda uno  lograr que le guste, por ejemplo, la coliflor, cuando a tanta gente le gusta y además parece estar demostrado que conviene a la salud.  O, dado el caso, lograr disfrutar el sexo con un individuo del sexo opuesto para formar una pareja y una familia, cuando eso es lo más adecuado a  la fisiología y a la vida social   ...

En el curso de la evolución,  las aves desarrollaron picos de diferentes formas que se adaptaban al alimento disponible. No solo se adaptaron que les gustara “lo que había” sino que incluso modificaron su fisiología para sacar el mejor partido de lo que fuera que el medio ambiente ofrecía.

No creo que sea cuestión de preguntarnos qué fue primero, si el huevo o la gallina. Seguramente los seres vivos investigaron primero, por ensayo y error, cuál era el alimento conveniente,  luego desarrollaron  el gusto por el mismo y por último adaptaron sus órganos a la mejor consecución del mismo…en todo caso el resultado es el mismo, a los animales, mejor dicho, a los animales no humanos y concretamente a los animales silvestres  en su medio ambiente natural,  les gusta lo que les conviene. Solo el hombre desarrolló el gusto por tóxicos como la nicotina o el alcohol y  adicciones al dulce o a las grasas.

Claro que es propio del hombre forzar la naturaleza más allá de los límites…pero, ya que con todo ello lo que se busca es más y más libertad,  no puede ser que ahora nos pongamos las cadenas de gustos o aversiones creados por nosotros mismos.

Es importante entender que, así como nuestras creencias más básicas y nuestro sentido de lo real se fundamentan más que en decisiones propias, en lo que creen o tienen por realidad nuestros padres o la gente de nuestra familia,  así mismo nuestros gustos en materia  de alimentación, costumbres, vestido, incluso, religión, están condicionados por los gustos de la gente que amamos o admiramos. Son arandelas que nos podemos quitar si queremos sin dejar de ser nosotros mismos. Podemos desaprender unas cosas y aprender otras…

En todo caso, hoy día parece ser que algunos  gustos se confunden con necesidades y se convierten en derechos.   El primero de ellos y del que más se ha abusado es el famoso derecho al libre desarrollo de la personalidad.  Pienso que este no es más que la justificación   del individualismo hedonista y de la sobreestimación de la esfera privada, que han acabado por imponerse ante la impotencia de los educadores cristianos que predican, o deberían predicar un estilo de vida diferente… comenzando por erradicar la idea de que no somos responsables de nuestros gustos...






lunes, 13 de junio de 2011

Dos novelas de mujeres y el problema de la comunicación



Carol Shields : La memoria de las piedras y Laura Esquivel:  Tan veloz como el deseo.

Lugares distintos, distintas épocas, distintos estilos pero ambas novelas retratan el alma femenina como no podría hacerlo ningún hombre.

En La memoria de las piedras se recrean ambientes y situaciones ocurridas en las vidas de los protagonistas que vivieron en Canadá y Estados Unidos a todo lo largo del siglo XX.  Se adivina un importante trabajo de investigación histórica y profundización sicológica y sociológica. Carol Shields rescata una vida anónima, como pueden ser muchas vidas de mujeres, anónima pero de ninguna manera plana o insignificante. Una vida plenamente humana en todas sus dimensiones… una vida que se desarrolla en distintas etapas, que nos muestra una persona que es una y muchas a la vez, que pudo ser otra u otras y solo por una combinación de elecciones y circunstancias azarosas se concretó en esa particular historia. La escritora, recurre principalmente a relatos en primera persona y cartas. Se trata de la vida de una mujer corriente. Una vida cuyos referentes principales son el amor, la familia, el jardín, la necesidad de reconocimiento y el trabajo. La piedra, material omnipresente, es otro personaje que guarda registros del pasado, que permite detener el tiempo, que nos protege de la desaparición.

En la vida de Daysy y de Clarentine la maternidad juega el papel de un ancla en la existencia en momentos en que la identidad se cuestiona… el universo femenino se manifiesta en la vocación por la vida de hogar, la cocina, el cuidado de las plantas, la creación de ambientes bellos y ordenados… un universo en esencia distinto del masculino … los hombres en esta novela son personajes secundarios, incomprensibles, distantes…

Por otra parte, se percibe el cambio en la posición de la mujer a lo largo del siglo. Una verdadera revolución…que nos deja iguales en muchos aspectos.

Es también un retrato de la sociedad norteamericana, tan puritana, tan centrada en el trabajo y en el sentido del deber…tan distinta de la nuestra.

La novela de la mexicana Laura Esquivel Tan veloz como el deseo es una novela corta, centrada en el tema de la comunicación. El protagonista es Júbilo, un telegrafista que lo que más desea en el mundo es servir de mediador, de intérprete de las emociones más verdaderas y salvador de los mensajes que no llegan…pero en el fondo la comunicación, la palabra y su poder como creadora de sentido, es un asunto de mujeres. Es la madre la que enseña a hablar. Es la mujer la que explica el mundo al hombre quien se limita a vivir en el lenguaje creado por ella…el lenguaje de la cotidianidad, el lenguaje del amor…

El telón de fondo de esta novela es la historia de las comunicaciones en México desde el telégrafo hasta el internet. Así como las dificultades de entendimiento en una sociedad multicultural…para no hablar de la multiculturalidad “de género”, puesto que, de alguna manera cada género es una cultura en sí.

Lucha, la esposa de júbilo es una mujer apasionada, que ama a su marido pero frustrada por las limitaciones económicas de este. El conflicto entre el trabajo y la vida de hogar, la lucha por el control, los celos, la incomprensión…el antagonismo entre dos universos que no se encuentran, que no se comunican, que no se ven…

En La memoria de las piedras Magnus  Flett aprende de memoria Jane Eyre  de Charlotte Brontë para poder decirle a su mujer las cosas que nunca le pudo decir por no conocer las palabras…

“este último era su favorito, pues el relato presentaba meandros que le producían en la garganta dolores punzantes y duces, y en esos momentos tenía la sensación de que su mujer estaba muy cerca del, tan solo a una docena de latidos de su corazón, tan próxima que casi podía extender la mano y acariciar la sedosa cara interna de sus muslos. La cantidad de personas que llenaban aquellos libros le dejaba estupefacto. Cada uno era un pequeño mundo, poblado y equipado con todo lo necesario. ! Y cómo hablaba aquella gente de los libros!  No paraban de hablar, vivían en sus lenguas. Gran parte de lo que decían era pura necedad, pero también decían cosas razonables. Sus conversaciones evitaban que se encolerizasen. Intercambiaban sus frases como dinero a cambio de géneros. Algunas de sus frases parecían versos de poemas y no tenían nada que ver con la manera como la gente hablaba en la vida real, pero de todos modos él las pronunciaba en voz alta y las memorizaba, de modo que si por azar su esposa decidía regresar a casa y ocupar de nuevo su lugar, él estaría preparado. Si esta verborrea insensata era su mayor necesidad, él estaría en condiciones de satisfacerla, sería una bomba de palabras rebosantes de suavidad y reconocimiento: Oh, tus hermosos ojos, tu expresión tan querida, tu piel de blancura sin igual. O bien frases que hablaban del corazón desbordante, el ascenso del deseo en el pecho, los súbitos resplandores de un cuerpo que saluda a otro, o incluso la sencilla declaración de amor. Te quiero, susurraría al oído expectante de su mujer. Te adoro en cuerpo y alma.

Y si, como sospechaba, decir tales cosas le resultaba demasiado difícil, se limitaría a mirarla a los ojos y pronunciar su nombre: Clarentine. “

En tan veloz como el deseo, Lucha no puede explicar a su marido Júbilo por qué quiere seguir trabajando aunque deba soportar el asedio de su jefe…

“al presenciar la forma en que la mano de su madre se posó sobre la de su padre sin que mediaran las palabras, le permitió comprobar que dentro de la matriz resonante que era el cosmos, la transmisión de energía se daba de manera permanente y se preguntó si esta comunicación invisible e intangible siempre había existido ente ellos, solo que hasta ahora se daba cuenta, ahora que había descubierto que tenía una gran facilidad para captarla. Curiosamente la enfermedad de don Júbilo, que tantos sufrimientos le había acarreado, fue la que le dejó descubrir a Lluvia que contaba con ella de nacimiento. Le habría encantado descubrirlo mucho más temprano en la vida ¡ qué tranquilidad le habría proporcionado en su niñez darse cuenta de que aunque los puentes de comunicación entre sus padres estuvieran rotos, la energía seguía circulando de un lado a otro, pues a pesar de que las líneas estuvieran caídas, el amor seguía viajando a la velocidad del deseo! “

Dos lugares y dos miradas distintas pero el mismo y eterno problema, el de la comunicación en la pareja.




Necesidad del pensamiento mágico


El ambiente es caluroso, solemne, irreal. El sacerdote avanza con la custodia y la gente toca la eucaristía con sus manos, por encima del vidrio que la protege…se acerca a mí, yo sonrío, el sacerdote no sabe si es una sonrisa de alegría mística o es la sonrisa de una mente racional ante la ingenuidad del gesto… yo sé que estoy transportada a otro universo.

Yo, que quiero entender todo lo que es posible entender, acepto que hay cosas que es mejor no analizar. Que es preciso aceptar. Que ni siquiera puedo acoger desde mi singularidad sino que me llegan en la medida en que me fundo en la masa y resueno con ella   y el universo entero en una sola vibración.

A todas partes llevo unas cuantas cosas. Mi cepillo de dientes y mis pequeñas rutinas cotidianas. Mi oído atento y mis recuerdos… Me desprendo de lo inmóvil, del espacio, de lo que no me puedo echar al bolsillo… de lo que no ha pasado a formar parte de mi identidad. ¿Qué queda? La mujer primitiva, inocente, ingenua.

No es que me haya olvidado de la física o la economía. Es que no quiero perder el contacto con esas otras realidades que se abren paso a través del sueño, del éxtasis, de la locura…de la muerte. Dios nos habla en todas ellas y quizás sea más fácil encontrarlo por fuera de la geometría.

O, quizás, la lógica de Dios sea lo que menos nos importe a la hora de las decisiones vitales. El lenguaje matemático le sirvió a la hora de diseñar los cristales de nieve o los helechos, pero tuvo que aplicar otra lógica a la hora de dar al mundo el soplo de libertad y  de permitirnos luchar con él contra el desorden el dolor y la muerte… una creación siempre nueva fruto del amor que germina en el corazón de quienes quieren ir más allá de sí mismos…

sábado, 21 de mayo de 2011

La comunicación

Dificultades y nuevos retos

La comunicación es el intercambio de información. Supone una interacción, claro está y esa interacción es en sí la comunicación. Porque todo acto es en sí mismo un mensaje, sea un acto de habla o cualquier otro acto. Así como es imposible no actuar, no tener alguna conducta sea la que sea, por acción u omisión, también es imposible no comunicar por lo que se dice o por lo que se calla, por lo que se hace o no se hace.

Pero si es imposible no comunicar, alguien puede tener la intención de no hacerlo, o de hacerlo de la manera más ambigua y confusa posible de manera que la situación que se genera es tremendamente difícil para quien recibe el mensaje. La intención de quien trata de no comunicarse o de no comprometerse con la verdad puede ser la de evadir una situación que considera inmanejable o la de controlar al otro para así evitar el compromiso.

De cualquier manera, a menos que la otra persona esté interesada en mantener una relación patológica y decida vivir en la falsedad, no le quedará a la larga otro camino que apartarse y romper la relación.

Por otra parte, la posibilidad de comunicarse siempre de manera instantánea con cualquier persona que posea un celular plantea situaciones e interrogantes nuevos al eterno problema de la comunicación entre un apareja de individuos.  A los descubrimientos del inconsciente y de la comunicación no verbal, cuya resonancia y consecuencias no acaban de terminar, se suma desde hace unas dos décadas aproximadamente esta posibilidad de potencialidades insospechadas. La posibilidad de comunicación instantánea y omnipresente, genera la imposibilidad absoluta de no comunicarse siempre.

Antes existían espacios obligados de incomunicación, refugios para el que buscaba la soledad. Ahora, si uno quiere estar solo debe buscar aislarse de manera activa. Aislarse, cortar la posibilidad de comunicación con la pareja, los amigos, la familia puede ser visto como agresivo. Antes uno podía estar disponible ocasionalmente y entonces era obligatorio. Ahora, cuando uno puede estar accesible siempre, tiene obligación de estarlo? ¿Hay un derecho a la no accesibilidad?

En décadas pasadas se subrayó la importancia de la comunicación no verbal. ¿Cómo se sustituye la comunicación no verbal en la era del celular, los mensajes de texto, los chats?

En la ciencia se privilegia la comunicación escrita. Ahora, esta comunicación está invadiendo el terreno de la comunicación privada de todos los días. ¿Cuáles serán las consecuencias? Ya no habrá lugar a discusiones del tipo yo no dije esto o tu dijiste esto y negar porque lo escrito, escrito está. Y queda fijo en el tiempo…

jueves, 5 de mayo de 2011

La comunicación no verbal, Flora Davis

¿De qué trata el libro?
Este libro,  aborda el tema de los estudios sobre  la comunicación a través de los movimientos del cuerpo, las expresiones de la cara, la mirada, las posturas, el manejo de los espacios, y otros medios no verbales. El autor pretende hacernos conscientes del importante papel que juega lo no verbal en la comunicación humana. Se trata de una descripción del estado del arte en las investigaciones sobre la comunicación no verbal hechos investigadores de diferentes disciplinas como la sicología, antropología y el arte.
Todos sabemos cómo responder a requerimientos amorosos, cómo enfriar o alentar una relación y cómo controlar la propia conducta de modo que encaje socialmente. Todo esto mediante un lenguaje no verbal que manejamos, aunque no tengamos un conocimiento explícito de sus reglas de funcionamiento. A la capacidad de interpretar este lenguaje la llamamos intuición. La aprendemos en la primera infancia y la utilizamos a nivel subconsciente durante toda la vida, y es en realidad la mejor manera de hacerlo.
La comunicación verbal y no verbal  están estrechamente vinculadas entre sí, ya que cuando dos seres humanos se encuentran cara a cara se  comunican simultáneamente a muchos niveles, conscientes e inconscientes, y emplean para ello la mayoría de los sentidos: la vista, el tacto, el oído, el olfato. Y luego integran todas estas sensaciones mediante la intuición.
El hacernos conscientes de que estamos comunicando más cosas de las que queremos puede ser una sensación que inicialmente nos paralice. El esfuerzo vale la pena sin embargo, porque es de suponer que a medida que las personas se vuelvan más conscientes de sus gestos, acciones y movimientos,  estarán más sintonizados con los sentimientos de los demás.
Algunas investigaciones sobre la comunicación no verbal se basan en el análisis de los movimientos, posturas y gestos corporales registrados en películas de, por ejemplo, sesiones de terapia. Esta disciplina recibe el nombre de cinesis. Se han diseñado herramientas para el registro y la clasificación de los  diferentes gestos cuyo significado, en todo caso, depende del contexto.
“No podemos afirmar que si una mujer se sienta entrelazando los brazos y cruzando fuertemente las piernas indefectiblemente expresa que es inalcanzable. Con frecuencia suele ser así, pero para estar seguros, debemos estudiar el contexto, estudiar qué otros movimientos realiza con el cuerpo, quienes la rodean, etc”
Birdwhistell, uno de los investigadores en cinesis más destacados,  opina que el empleo de las palabras solo es apropiado en algunas situaciones, ya que nos podemos comunicar y nos comunicamos en muchos diferentes niveles y de muchas diferentes formas.
Incluso la imagen corporal lleva implícito un mensaje. Nuestro sentir y pensar así como nuestro entorno y relaciones nos transforman físicamente de modo que podemos decir que nuestro físico no está determinado genéticamente sino que es conformado por todas estas influencias. Un ejemplo de esto es el parecido que adquieren marido y mujer y hasta perro y amo.
El estudio de las expresiones del rostro fue motivado por la necesidad de mentir o de descubrir el engaño. Lo que se descubre es que es fácil entrenar a una persona para descubrir las señales de engaño. Se afirma que la mayoría de las personas sabe fingir una expresión alegre, triste o enojada, lo que no saben es cómo hacerla surgir súbitamente, cuánto tiempo mantenerla o con qué rapidez hacerla desaparecer. Es paradójico que mientras algunos tratan de aprender a leer el rostro, otros aprendan a mentir con la expresión facial.
En cuanto al manejo del espacio, se ha descubierto que el yo de cada persona se extiende en el espacio hasta una cierta distancia llevando cada cual como quien dice una burbuja imaginaria que es su espacio íntimo.  Solo las personas en una relación cercana pueden ingresar en la burbuja del otro. Naturalmente el tamaño de la burbuja se relaciona con diferencias culturales, por ejemplo, la burbuja de los norteamericanos más grande y la de los latinoamericanos de menor tamaño.
La etología, es decir la ciencia del comportamiento animal también ha hecho su contribución analizando y comparando los sistemas de comunicación de hombres y animales, especialmente los grandes simios. Estos estudios demuestran que hay un repertorio de gestos que son nuestra herencia biológica. Estos gestos tienen un origen funcional que puede rastrearse.
El sistema que se ha elaborado para el estudio de la manera como se efectúan los movimientos corporales se denomina esfuerzo-forma. Elaborada por Rudolph Laban, arquitecto europeo que ideó un sistema de notación coreográfica para registrar los movimientos de los bailarines. El analista de esfuerzo-forma  estudia el fluir del movimiento,  en tensión o relajación, intenso o breve,  repentino o directo…que es en realidad un concepto de la danza.
De la lectura de este libro podemos concluir que el hacernos conscientes de la comunicación no verbal puede mejorar nuestro desempeño social evitando muchos errores que dan lugar a malentendidos y confusiones. Sería interesante evaluar como estas investigaciones han influenciado la comunicación en la familia, la escuela, las organizaciones y en la política.
Actualmente gran parte de la comunicación se lleva a cabo a través de los medios electrónicos. Sería interesante analizar cómo se ha reemplazado la comunicación no verbal en los mensajes por celular o internet.


jueves, 28 de abril de 2011

El filósofo y el lobo

 
En este libro de Mark Rowlands, el autor nos presenta una serie de reflexiones sobre la naturaleza humana, la felicidad y el sentido de la vida al tiempo que nos narra la historia de su relación con un lobo.  Así vamos conociendo  al personaje al tiempo que su pensamiento lo que da a este un valor especial y hace muy amena la lectura.
 Rowlands distingue entre el espíritu del lobo que hace lo que tiene que hacer de manera heroica sin parar en consecuencias y vive el momento libremente, con el espíritu del simio que siempre está maquinando y calculando lo que lo lleva a la inautenticidad y a la mentira. Según él, solo un simio podía haber escrito “El contrato social”. Para él, su lobo, Brenin, es moralmente superior a un simio y esto no solo porque no puede ser mentiroso, sino porque tiende a ser deferente y protector con los más débiles.
El lobo y el filósofo pasan juntos la mayor parte del tiempo. Y una de las actividades que comparten es la carrera.  El autor admira la forma de correr de Brenin, como si flotara y declara ser diferente y mejor gracias a él. Brenin  le enseña con su sola presencia y sin proponérselo, a captar qué es lo verdaderamente importante.
Afirma que, aunque la evolución nos ha traído hasta aquí a nosotros los simios más desarrollados, aún tenemos nuestro cerebro de un lobo. El contacto con el lobo fue lo que lo llevó a ver en él cosas que normalmente están ocultas pero que son importantes. Como un claro en el bosque hace ver los árboles.
Según el autor, la felicidad está constituida por momentos vividos en total concentración haciendo algo que es de alguna manera es lo que hay que hacer. Lo que nos define, lo que hacemos bien. La felicidad no depende de la cantidad de placer o de los sentimientos que obtenemos. Un lobo puede vivir feliz y significativamente sin momentos de placer como los que proporciona el sexo. Estos  momentos son efímeros y de alguna manera no tocan la esencia de las cosas importantes.
El ser humano, a diferencia del lobo, busca un sentido a la vida, concibe el tiempo como una flecha y se pierde el presente.  Cuando un lobo o un perro reclaman su rutina, viven concretamente la parábola del eterno retorno de Nietsche, es decir, su tiempo es circular.  La religión nos plantea la pregunta de si somos la persona con la que querríamos pasar la eternidad y , si el tiempo no es una flecha sino un círculo, no podemos dejar para mañana el ser fuertes y dar lo mejor. Lo que somos lo tenemos que ser ya, porque no hay más eternidad. Claro que hay momentos que dan sentido a la vida pero no están al final sino dispersos a lo largo de toda nuestra vida. 

jueves, 14 de abril de 2011

Pareja abierta o pareja casual

Pareja abierta o pareja casual
Cuando alguien en un taller de escritura de ensayos habló de que le interesaba el tema de la pareja abierta, lo primero que pensé fue que esta persona era una “otra” de algún hombre casado.
Porque el tema del derecho de las mujeres a liberarse de las ataduras de la maternidad y de las obligaciones hogareñas, y el de mujeres y hombres a buscar el placer sin vincularlo a un compromiso es lo que justifica el comportamiento de ciertas personas solas que, ante el fracaso de sus relaciones de pareja, se plantean la alternativa de buscar algún sucedáneo del amor conyugal en estas relaciones abiertas o descomprometidas. Y las establecen principalmente con hombres o mujeres  casados que, insatisfechos de alguna manera con su relación, buscan aventuras supuestamente libres o descomprometidas. Pero que no lo son porque una relación descomprometida es una contradicción en los términos.  Si hay relación hay compromiso. Si hay compromiso hay riesgo. Riesgo de sufrir, y de hacer sufrir.
La relación entre Sartre y Simone de Beauvoir es un paradigma de este tipo de relaciones abiertas. Porque ellos declararon amarse hasta el último día, porque se comprometieron a respetar los espacios y a admitir que cada uno tuviera relaciones contingentes mientras la suya siguiera siendo la relación  necesaria… esto fue lo que declararon. A veces la distancia entre las declaraciones de principios y la vida es abismal… en realidad la suya no fue una relación de pareja más que por unos cuantos años. Luego de esto solo fue una  buena amistad y una sociedad intelectual. La suya no fue una relación que satisficiera ese anhelo profundo de compañía y de contacto, que diera seguridad, serenidad, tranquilidad…que trascendiera a la pareja misma y sirviera de referente a la familia y a la sociedad. Su relación de los primeros años no creció ni se transformó en una relación madura como la que vemos en algunas pareja s sobre todo entre gente sencilla… relaciones que reflejan una profunda y serena felicidad… Sartre y Beauvoir fueron unos filósofos profundamente incoherentes, porque si bien se juraron verdad y trasparencia, mentían y abusaban de otras personas… no son, como pareja, el modelo a seguir.
¿Cuáles son hoy los modelos de pareja?  Las parejas de los personajes de series de televisión, de la farándula, de los políticos y personajes públicos… no hay un patrón definido pero en general se trata de parejas inestables que viven apegadas a lujos y comodidades y que no tienen que batirse en el día a día del trabajo y de la crianza de los niños, del cuidado de los ancianos y enfermos como es la vida real de la gran mayoría… los medios nos bombardean con  anuncios de productos de belleza, de gimnasios y  artificios para prolongar la juventud y la potencia sexual.  Lo que se consigue es ahondar el abismo entre la vida ideal, de película, y la vida real … en la vida ideal todas las mujeres son bellas y todos los hombres ricos y poderosos.
No vemos un modelo de pareja complementaria, de pareja luchadora, de pareja que lucha por crecer como tal en un mundo difícil… la propuesta es vivir solos, supuestamente libres,  tomar todo en juego… vivir momentos, no creer en nada ni en nadie y, sobretodo, no mirarse al espejo… el modelo de pareja hoy no es la pareja abierta sino la pareja casual… que tampoco satisface a nadie.
Pero lo justo y natural se impone por mucho que el hombre trate de cambiar el curso de las cosas. Por eso, lejos de mirar la tv, volvamos los ojos a la gente sencilla. Al hombre y la mujer comunes, que llevan vidas modestas. Las parejas que se aman y que crecen juntas, que forman hogares que merecen el nombre de tales existen.  Solo que no están en la mira de nadie sino que, de manera invisible, están muy ocupadas haciendo que este mundo sea aún un lugar amable y confiable para todos…