miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Qué perdió Gonzalo Gallo?



Alguien me hizo esa preguntaa propósito de una entrevista de Yamid Amat, en el periódico El Tiempo (http://www.eltiempo.com/gente/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-9787384.html) al  ex sacerdote y predicador colombiano Gonzalo Gallo.  Me atrevo a decir que Gallo, al salirse de la iglesia  fue mucho más lo que perdió que lo que ganó y aprovecho para aclarar mi posición como católica pensante.

La iglesia es la depositaria de la verdad revelada a los hombres por Dios a lo largo de la historia. Esta verdad está en la Biblia y en la tradición cristiana de muchos siglos. Es fruto de la experiencia y el trabajo de muchos hombres de fe que han estado atentos a ella. La Biblia es el libro más antiguo y más estudiado, para su interpretación se requiere el concurso de historiadores, filósofos, lingüistas… la sabiduría contenida en la Biblia es de una riqueza incomparable.

A lo largo de la historia del cristianismo ha habido muchos hombres santos y sabios como los llamados padres de la iglesia, o teólogos como Santo Tomás y San Agustín, o, más recientemente los papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, y al actual papa, Benedicto XVI que es también un gran teólogo y un hombre muy claro.

Cuando hablo de la verdad no me refiero a cosas como la existencia del diablo o del cielo o el infierno, o a si Dios es Cristo o cosas así. La pelea por dogmas nos lleva a  discusiones bizantinas que no van para ninguna parte. Cristo dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Y esto es cierto para quien lo ha conocido. Posiblemente el ex padre Gallo no vivió el encuentro con Cristo que es el rostro humano de Dios … o no se hubiera apartado nunca, la verdad se reconoce, impacta hasta el fondo del alma. Uno no se apega a dogmas cuyo significado nadie entiende.  Se acepta el misterio y se sigue a una persona, a Cristo, que vive y está presente en la comunidad de los creyentes. El se encuentra en la eucaristía, su cuerpo que comemos desde la última cena…y por eso somos uno. La fe no es un ejercicio intelectual, de lo que se trata es de arriesgarse a confiar. El apóstol Tomás  pidió meter el dedo en la herida para creer, Cristo dijo: “Bienaventurados los que han creído sin ver”.

Por otra parte tenemos el testimonio de muchas vidas dedicadas al servicio de los más pobres. La mayor parte de las organizaciones de voluntariado y de servicio a las personas necesitadas, pobres, enfermos, ancianos… es de origen cristiano. La iglesia celebra la memoria de muchísimos mártires y santos. Hoy día la humanidad tiene necesidad del testimonio de personas que, dejando el egoísmo y el individualismo imperantes, vayan más allá de ellos mismos y nos den ejemplo de cómo se vive para el espíritu, para la eternidad.

No puede compararse esta guía espiritual de la iglesia con la que puede proporcionar una persona individual por más inteligente o carismática que sea.

Una persona sola puede equivocarse muy fácilmente. Llegar a creer en cualquier cosa. Lo vemos en Gonzalo Gallo que hoy día cree en que es posible "hablar con seres queridos que se fueron”…

El credo resume las creencias básicas del cristiano. Son unos cuantos dogmas cuyo significado parece misterioso pero cuya verdad se revela en la vivencia comunitaria de la fe. No son verdades científicas.

Por eso es absurdo decir que se es católico pero sin ir a misa y sin participar de alguna comunidad donde esa fe pueda concretarse en una vivencia.

Es importante distinguir entre la comunidad de fe, el “reino de Dios” y la institución. Como miembro de la comunidad de fe que he sido llamada a participar del banquete a pesar de mis pecados y limitaciones,  no tengo ningún conflicto y me siento privilegiada por esa llamada. Pero la iglesia como institución humana tiene una organización, normas y en particular el derecho canónico que son muy discutibles. El derecho canónico tiene su origen en el derecho romano y no ha evolucionado suficientemente. Eso es causa de muchos conflictos sobre todo cuando se pretenden aplicar las normas de manera farisaica.

Dentro de esta normatividad está la  discriminación contra la mujer, la imposición del celibato para los presbíteros y la prohibición del divorcio. Es claro que en la iglesia primitiva había sacerdotes casados, y existía el divorcio.

En la sociedad civil no es raro encontrar conflictos entre los usos y costumbres aceptados y la ley. Entre el sentido común y las normas.  En estos casos lo adecuado sería ajustar la ley a las costumbres y a la lógica.

Pero la iglesia como  institución es demasiado conservadora y reaccionaria, en eso sí tiene razón Gallo. Es increíble que luego de más de 40 años, de publicado  “Escándalo en la asamblea” de Morris West y Robert Francis, y de muchas otras protestas, la operación de los tribunales eclesiásticos siga igual. Ni siquiera el escándalo de los curas pedófilos ni los cambios tan grandes en la sociedad han logrado que la institución revise sus procedimientos y normas y se adapte a las necesidades de los hombres y mujeres de hoy.

Cuando el ex padre Gallo dice que “su jerarquía, ha inventado cosas como el diablo y el infierno, para atemorizar a la gente” pienso que se refiere a la intención paternalista que se adivina en las normas o en los relatos simbólicos que se hacen para la mayoría con el ánimo de ser fácilmente asimilados por gente sencilla. No creo que supongan una intención malévola y que en  todo caso no tendrían por qué afectar a una persona que ha superado la etapa infantil de la fe.

Cuando dice “No creo que uno tenga que confesarse con una persona para que Dios lo perdone. No creo que si no voy a misa el domingo, me condeno.” Estoy de acuerdo, pero no llegamos a Dios como seres aislados sino como miembros de una comunidad y al acercarnos al sacramento, recibimos de manera concreta un signo de gracia y salvación que difícilmente alcanzamos por nuestras propias fuerzas.  El asistir a la eucaristía los domingos tiene el sentido de fortalecer la comunidad de la iglesia universal. No creo, efectivamente que si por alguna razón no se puede asistir el domingo a la misa eso vaya a ser causa de condenación. Pero la norma tiene sentido. La iglesia regula la vida por medio de la liturgia. El año se divide en varios tiempos donde se recuerdan los eventos de la salvación y así la vida se ordena y se siente como un peregrinar. Asistir a la misa dominical crea unidad y es un escudo contra el mal que prevalece en el mundo.

En todo caso, como señala Gallo, muchas personas se declaran católicas pero no practicantes. Eso tiene un  gran problema y es que al no asistir a la eucaristía, al no vivir comunitariamente la fe, es fácil perderse. ¿Qué significa ser católico para esas personas? Un rótulo, nada más.

Pienso que lo que hizo Gallo fue tirar al niño junto con el agua de la bañera…

Por mi parte, he optado por  ser una feligresa de la banca de atrás. Me aparto de las normas incompatibles con mi conciencia y razón y me quedo con la verdad de la palabra y con la práctica de la caridad. Me uno a la comunidad creyente y me aparto de ceremonias legales y administrativas que de todas maneras están obsoletas y más tarde o más temprano tendrán que cambiar.

martes, 29 de noviembre de 2011

Pilar sordo, una mujer que desprecia a las mujeres



En un cierto grupo de discusión me recomendaron leer a Pilar Sordo. Con solo  ojear sus libros Viva la diferencia y Lecciones de seducción,me dio la impresión de que eran poco serios... casi los descarto, pero, en aras de la discusión,  decidí tratar de entender el porqué del éxito de esta sicóloga chilena...que aparentemente solo señala cosas obvias y da interpretaciones prejuiciosas a observaciones que no van más allá de su propia experiencia cotidiana.
Pero enfoquémonos  en lo que dice.
 Afirma Pilar Sordo que a la consulta sicológica en general, no solo a la de ella,  llegan más mujeres que hombres y que casi siempre lo que las mujeres hacen es quejarse y culpar a otros de su infelicidad.

Según ella, los hombres, cuando acuden a la consulta de un sicólogo lo hacen con unos propósitos muy claros, porque el hombre en general se mueve por objetivos mientras la mujer no puede hacerlo. Ella tiene  una incapacidad innata para separar las cosas y para “soltar”. Aparte de que nunca están satisfechas con nada. Buscan algo que no existe. Y que las soluciones caigan del cielo. Que los hombres adivinen lo que quiere. Las mujeres tienen pensamiento mágico.

Es dificil oir estas cosas sin sentir un absoluto rechazo hacia su actitud de burla e irrespeto hacia todas las mujeres.

Pilar asegura que  flota en el ambiente la idea de que ser mujer es una desgracia, tenemos que soportar molestias físicas como la menstruación, el parto, la manopausia…somos más débiles, en fin. Todo lo femenino tiene una connotación negativa. Por eso las niñas hoy día no quieren crecer o ensayan el lesbianismo. Dice Pilar que, de acuerdo  con su experiencia, la homosexualidad femenina está en aumento y lo relaciona con este rechazo del rol femenino.

Analicemos ahora a Pilar. Ella es sicóloga y, es fácil suponer que se supone obligada a hacer sentir mejor a los demás, que está cansada de oír quejas. También puede tener la tendencia a pensar que el buscar resolver los propios problemas con éxito es lo “sano”, mientras que poner el énfasis en las relaciones familiares y en la interdependencia conduce a quedarse atascado porque necesita la cooperación de los demás…

Me imagino que cuando una mujer tiene problemas con su esposo o con sus hijos y acude a Pilar, ella opina que de entrada el objetivo que ella se propone, de liderar un proceso de cambio en su familia para que haya más compañerismo, menos egoísmo, mejor comunicación, etc, no es un objetivo válido. El quejarse y hablar de los demás no es el planteamiento de un problema que hay que resolver, sino  es un síntoma de que ella está mal. Esta mujer va a ser vista como alguien que no tiene objetivos propios y que solo sabe quejarse. Seguramente la hará sentir que el problema es ella, que no tiene autoestima, que no “se esfuerza” suficientemente por ser feliz. Que tiene pensamiento mágico…

 Si un hombre se propone cosas como mejorar el salario, triunfar en los negocios, mejorar sus competencias en algún campo, liderar algún proceso social, político, etc. Ella reconoce este objetivo y seguramente estará dispuesta a colaborar con el manejo de su ansiedad, de su impulsividad o de sus habilidades sociales. Pero si una mujer quiere hablar de sus relaciones familiares insatisfactorias para tratar de aclarar los problemas y liderar los cambios necesarios pienso que va a enfrentarse con los prejuicios “machistas” de Pilar … ¡la considero!

Supongo que Pilar tiene éxito por hacer afirmaciones tajantes y facilistas que apoyan las de quejas de los hombres sobre sobre las mujeres ...y por sus chistes sexistas...


viernes, 11 de noviembre de 2011

Los hombres y las mujeres



Después de la revolución sexual, de la píldora y la liberación femenina, ¿en qué estamos hoy los hombres y las mujeres?

De acuerdo con Francoise Giroud en “Los hombres y las mujeres”, nosotras nos hemos decidido a ser felices. Y esto, para ella, tiene que ver principalmente con una sexualidad libre.

Según su amigo, coautor  del citado libro, Bernard Henri Levy, la cosa no es tan clara y parece que en general estamos en las mismas. Prevalecen los antiguos arquetipos de hombre y mujer y es muy poco lo que ha cambiado en las relaciones entre los sexos.

En todo caso ambos autores, intelectuales franceses , en este libro que estuvo de moda hace 20 años, olvidan mencionar el pequeño asunto de la maternidad. Como las feministas que, empeñadas en señalar que la mujer no es solo madre, han llevado las cosas al extremo de trivializar el papel de la mujer como madre.

Pero los intelectuales franceses lo hacen creo, no tanto por seguirle el juego a las feministas, sino porque históricamente las mujeres de clases altas en Francia por mucho tiempo abandonaron la crianza en manos de las nodrizas. No solo hubo una división del trabajo en ese sentido,  entre el hombre y la mujer sino entre la mujer aristocrática y la mujer campesina, ella sí, madre a tiempo completo. Por lo tanto en Francia hubo desde antes de estas revoluciones de que hablamos, no solo un rechazo a la sexualidad sino incluso un rechazo a la maternidad en su aspecto físico especialmente. 

Pero, para mí la diferencia fundamental entre el hombre y la mujer estriba precisamente en la capacidad de la mujer para concebir, gestar, dar a luz, amamantar, cuidar… de esa capacidad nacen todas las otras diferencias. La mujer en general está mejor dotada para todo lo que tiene que ver con la vida doméstica, para el hogar. La creación de un ambiente doméstico, de lazos  familiares, de comunicación de sentimientos y afectos es algo muy femenino y pocos son los hombres que pueden asumir estos roles con la misma vocación. No digo que no puedan, como tampoco digo que una mujer no pueda manejar una tracto mula o dirigir un país, pero la vocación íntima de uno u otra en general se encaminan hacia aquellas que señalan los arquetipos de siempre. Y está bien que sea así.

Lo que sería interesante es que en vez de pelear por ello cada hombre y mujer  abriera su mundo al otro. Que, no solo se facilite que las mujeres pudieran realizarse en las más variadas profesiones sin detrimento de su papel de madres, como no ocurre, sino que también los hombres pudieran dedicarse al hogar en alguna etapa de su vida. Se necesitan políticas públicas que reconozcan y valoren la crianza y educación de los niños, el cuidado de los enfermos y ancianos, la vida del hogar y que estas labores  domésticas no sigan en la invisibilidad, como si no fueran tanto o más importantes que el trabajo.

Por otra parte, esta vocación femenina al cuidado y al servicio de la vida puede servir a otras causas como lo atestiguan tantas Florence Nightingale, madres Teresa de Calcuta o, simplemente quienes se dedican a cuidar a sus familiares enfermos o ancianos.  Una mujer soltera puede realizarse en su vocación más propiamente femenina fuera del matrimonio  y la familia. Pero no muchas consideran interesante esta opción pues lo que se predica hoy día no es propiamente el compromiso y el sacrificio sino el goce sin límites. De ahí que muchas, aún liberadas y hedonistas , se sientan frustradas sin un marido y una familia a quienes cuidar.

Cualquiera diría que tendría que ser un hombre quien señalara como una gran ganancia para las mujeres el hecho de poder disfrutar de la sexualidad sin estar sometidas a la biología…. Es curioso que sea Francoise Giroud quien lo considera así y no su compañero…pero es que ella es una intelectual francesa y por supuesto alguien que valora más su papel de intelectual que su papel de madre. A mí personalmente el trabajo fuera del hogar no me parece algo tan importante y significativo. ¡Por lo menos no tan significativo como lo otro!

Por otra parte, ya que me metí en este tema, me gustaría señalar que me parece, no sé si me equivoque, que en general a las mujeres (por lo menos a las que no nos dedicamos solo al hogar) nos es más fácil identificarnos con los hombres en cuánto seres humanos. No nos sentimos tan distintas a ellos. Por lo menos no tan distintas a como, aparentemente, ellos se sienten respecto de nosotras...