domingo, 11 de diciembre de 2011

A PROPÓSITO DE LA LLUVIA


Oír llover no más, sentirme vivo;
el universo convertido en bruma
y encima mi conciencia como espuma
en que el pausado gotear recibo.

M. de Unamuno



Chorrean las tejas, se oye el retumbar de la quebrada, los patos nadan en los charcos y sacuden las alas…

Formo parte este mundo en perfecto equilibrio. Las fuerzas desatadas y los rayos me rodean pero no me hacen daño… Solo existo y no me hace falta nada…

La lluvia me recuerda mi adolescencia. La vida como una incógnita… el ambiente gris, los temores, la fuerza de la vida que irrumpía sin control…

Ha pasado mucho tiempo.  El torrente rompió el dique, la vida se derramó con estrépito inundando valles y llanuras… muchas piedras se movieron y el paisaje cambió.

¿Quién evitó que perdiera el rumbo en ese inmenso caos? ¿Cómo llegué a este mar en calma sin perderme? ¿Quién ha curado las heridas del camino?

He sido como un guijarro cuyas aristas suavizó el agua de modo que, convertido en un brillante y precioso grano de arena ya no encuentra obstáculos y se aproxima a la playa desde el inmenso océano, movido solo por las olas del mar…
¿Les gustó el verso de Unamuno? A mi también.
Aquí va entero el poema:
LA VIDA DE LA MUERTE
Oir llover no más, sentirme vivo;
el universo convertido en bruma
y encima mi conciencia como espuma
en que el pausado gotear recibo.

Muerto en mí todo lo que sea activo,
mientras toda vision la lluvia esfuma,
y allá abajo la sima en que se suma
de la clepsidra el agua; y el archivo
de mi memoria, de recuerdos mudo;
el ánimo saciado en puro inerte;
sin lanza, y por lo tanto sin escudo,

á merced de los vientos de la suerte;
este vivir, que es el vivir desnudo,
no es acaso la vida de la muerte?

Esa expresión, "la vida de la muerte", me deja pensando. Ese acabarse de las luchas, ese abandonarse al solo existir... definitivamente no puede ser la vida de la muerte , o ya estariamos muertos... ¿qué es entonces la vida de la muerte?




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