viernes, 3 de febrero de 2012

Momentos imperfectos



La perfección no era mi problema. Solo como un ideal, como una meta más allá de mi alcance en este mundo y con mis solas fuerzas…

Entonces llego a mis manos este libro “Momentos Perfectos“ de Eugene O’Kelly . El autor es un economista de éxito a quien le diagnostican cáncer de cerebro en fase terminal. Afronta esta situación planeando sus últimos meses y tratando de vivir muchos momentos perfectos

Según él, hubo muchos más momentos perfectos en esta última etapa de su vida que en la mayor parte de ella. Claro que reconoce que hubo algunos, como el día en que nació su hija o el día en que se hizo socio de la empresa donde trabajaba…grandes días.

Los momentos perfectos eran fruto de una cuidadosa planeación y de una conciencia clara de ser este momento único y especial.

Mi esposo me recordó que el personaje de Anny en “La Náusea” de Sartre habla de los momentos perfectos… para que ocurran estos momentos es necesario aprovechar una situación privilegiada y crear las condiciones … entonces sobrevienen  instantes donde la conciencia se agudiza, el ser se vuelca todo y se siente como una revelación.  En fin, donde se percibe que todo es perfecto.

Así es —dice Anny—; ante todo era preciso estar sumido en algo excepcional y sentir que uno imponía orden allí. Si se hubieran realizado todas esas condiciones, el momento habría sido perfecto.

—En suma, era una especie de obra de arte.”

Eugene O’Kelly quiso despedirse de todas las personas con las que había estado relacionado. Organizó muchísimas despedidas, buscando en ellas momentos perfectos. No hizo ninguna reunión multitudinaria para despedirse ni nada de eso.

Para algunas personas las celebraciones de boda, primera comunión, etc son quizás esos momentos perfectos que se preparan cuidadosamente y se registran para la eternidad en fotos y recordatorios… mucho dinero y energía se gasta en ellas…

Yo creo que buscar conscientemente la perfección de un momento se relaciona con una sobrevaloración  del presente. Es cierto que solo existimos en el momento presente pero no es menos cierto que este instante solo adquiere significación en la medida en que encaja en la historia de una vida que tuvo un origen y tendrá un final, que tiene una trama y significado particulares. La obra de arte es la vida toda y no una momento particular.

Para mí los momentos perfectos son instantes de éxtasis donde Dios se nos revela en una brizna de hierba, en un pájaro o en una zarza…  

Estos momentos son un regalo de Dios y nada podemos hacer para propiciarlos. Pero sí es necesario salir de nosotros mismos y estar dispuestos a la iluminación.

Gracias a estos momentos recordamos que todo tiene un sentido. Que estamos en un caminar hacia algo más grande y mejor… que no estamos solos.

Pero hay que reconocer que en la vida la mayor parte de las cosas y de los momentos son imperfectos porque como seres de barro en el medio de esta naturaleza en evolución, nos movemos en el error y en la imperfección. La gran paradoja de la vida es que mientras nos afanamos buscando belleza y perfección, el tiempo nos arrastra al decaimiento físico demostrando  que si solo nos quedamos en lo material, seremos  como una cáscara o un desecho pero si nos dejamos alcanzar de esa perfección que nos llama, la vida eterna  estará en nosotros como una semilla que nos permitirá despertar a esa luz cuyos destellos se filtran a veces por entre rendijas  en lo que pudiéramos llamar momentos perfectos.

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