jueves, 14 de abril de 2011

Pareja abierta o pareja casual

Pareja abierta o pareja casual
Cuando alguien en un taller de escritura de ensayos habló de que le interesaba el tema de la pareja abierta, lo primero que pensé fue que esta persona era una “otra” de algún hombre casado.
Porque el tema del derecho de las mujeres a liberarse de las ataduras de la maternidad y de las obligaciones hogareñas, y el de mujeres y hombres a buscar el placer sin vincularlo a un compromiso es lo que justifica el comportamiento de ciertas personas solas que, ante el fracaso de sus relaciones de pareja, se plantean la alternativa de buscar algún sucedáneo del amor conyugal en estas relaciones abiertas o descomprometidas. Y las establecen principalmente con hombres o mujeres  casados que, insatisfechos de alguna manera con su relación, buscan aventuras supuestamente libres o descomprometidas. Pero que no lo son porque una relación descomprometida es una contradicción en los términos.  Si hay relación hay compromiso. Si hay compromiso hay riesgo. Riesgo de sufrir, y de hacer sufrir.
La relación entre Sartre y Simone de Beauvoir es un paradigma de este tipo de relaciones abiertas. Porque ellos declararon amarse hasta el último día, porque se comprometieron a respetar los espacios y a admitir que cada uno tuviera relaciones contingentes mientras la suya siguiera siendo la relación  necesaria… esto fue lo que declararon. A veces la distancia entre las declaraciones de principios y la vida es abismal… en realidad la suya no fue una relación de pareja más que por unos cuantos años. Luego de esto solo fue una  buena amistad y una sociedad intelectual. La suya no fue una relación que satisficiera ese anhelo profundo de compañía y de contacto, que diera seguridad, serenidad, tranquilidad…que trascendiera a la pareja misma y sirviera de referente a la familia y a la sociedad. Su relación de los primeros años no creció ni se transformó en una relación madura como la que vemos en algunas pareja s sobre todo entre gente sencilla… relaciones que reflejan una profunda y serena felicidad… Sartre y Beauvoir fueron unos filósofos profundamente incoherentes, porque si bien se juraron verdad y trasparencia, mentían y abusaban de otras personas… no son, como pareja, el modelo a seguir.
¿Cuáles son hoy los modelos de pareja?  Las parejas de los personajes de series de televisión, de la farándula, de los políticos y personajes públicos… no hay un patrón definido pero en general se trata de parejas inestables que viven apegadas a lujos y comodidades y que no tienen que batirse en el día a día del trabajo y de la crianza de los niños, del cuidado de los ancianos y enfermos como es la vida real de la gran mayoría… los medios nos bombardean con  anuncios de productos de belleza, de gimnasios y  artificios para prolongar la juventud y la potencia sexual.  Lo que se consigue es ahondar el abismo entre la vida ideal, de película, y la vida real … en la vida ideal todas las mujeres son bellas y todos los hombres ricos y poderosos.
No vemos un modelo de pareja complementaria, de pareja luchadora, de pareja que lucha por crecer como tal en un mundo difícil… la propuesta es vivir solos, supuestamente libres,  tomar todo en juego… vivir momentos, no creer en nada ni en nadie y, sobretodo, no mirarse al espejo… el modelo de pareja hoy no es la pareja abierta sino la pareja casual… que tampoco satisface a nadie.
Pero lo justo y natural se impone por mucho que el hombre trate de cambiar el curso de las cosas. Por eso, lejos de mirar la tv, volvamos los ojos a la gente sencilla. Al hombre y la mujer comunes, que llevan vidas modestas. Las parejas que se aman y que crecen juntas, que forman hogares que merecen el nombre de tales existen.  Solo que no están en la mira de nadie sino que, de manera invisible, están muy ocupadas haciendo que este mundo sea aún un lugar amable y confiable para todos…

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